viernes, 27 de septiembre de 2019

Sacar a la mafia del poder es factible

Publicado en:
El Clarín (Cajamarca Perú)
TRUJILLOPRENSAPERU (Trujillo Perú)

Defender el estatus quo en un país ganado por la corrupción política y de otros grupos de poder, resulta inmoral. Doblemente deshonesto es, pese a conocer lo que realmente ocurre, tener vocación acomodaticia, renunciar a principios, fomentar el utilitarismo e individualismo y “perder” conciencia sobre los daños que generan a una sociedad las formas de crimen organizado y amparado por sectores clave del Estado.

Patrocinar el actual estado de cosas, considerando que nuevamente estamos arañando fondo, es lo mismo que mentir a un crio, es hacer apología del delito, es conveniencia y traición, es oportunismo. La población así lo está entendiendo y expresando, como este 5 de setiembre en las calles, a lo largo y ancho del país. +Está ocurriendo, lo recogen todas las encuestas de este año y se aprecia el -cada vez mayor- rechazo a la corrupción, a sus perpetradores y a la utilización de nuestras instituciones por los mismos políticos y grupos de poder económico para seguir delinquiendo y no tener castigo. Los casos del fiscal supremo Pedro Gonzalo Chávarry Vallejos y los hermanos Graña del denominado “Club de la Construcción”, son dos de los peores ejemplos.

Estamos asimilando los peruanos, aunque con lentitud, la necesidad de afirmar el proceso de moralización e higiene de la política y el país y sanciones drásticas y efectivas contra los corruptos. El adelanto de las elecciones generales para el año 2020, que debemos apoyar, es paso clave de este proceso. Sabemos que si seguimos con las viejas prácticas de las elites económicas y políticas, aquellas que han “gobernado” por siglos el país con privilegios e impunidades y -desde la República- utilizando ubicaciones estratégicas de nuestro Estado, seguiremos siendo lacayos, estadísticas y “ciudadanos” de quinta.

Estas élites y sus viejas prácticas, todo indica, llegaron para quedarse. Aparecen y luego se ocultan cuando pierden presencia y cuotas de poder en el Estado. Siempre han controlado de algún modo. En las últimas tres décadas reaparecieron, en dos oportunidades, fortalecidos por aliados que muchos creían democráticos y se resisten a irse. Entre sus operadores, interlocutores y prospectos de estadistas -de hoy- están sus excelencias Rosa Bartra, Mauricio Mulder, Juan Sheput, Mercedes Araoz, Salvador Heresi, Víctor Andrés García Belaunde y cada uno de los que hacen mayoría en el Congreso. Están además, pero con mucho dinero, la prensa que miente, los abogados “constitucionalistas” de los corruptos que obstruyen, desinforman y confunden, los “líderes” empresariales que chantajean y acosan y una veintena de operadores naranjas de campo que, sin argumentos, confrontan violentamente en las calles a cambio de su “taper”.

Penoso y vergonzoso ¿verdad?, porque se trata de nuestro Perú, de nuestros paisanos, la tierra de los Incas y nuestra rojiblanca. En este contexto, no nos dejan otra alternativa que confrontarlos, exponerlos y, por el extremo de sus conductas con las que cada día nos faltan el respeto, renovarlos por medio de las urnas. Es necesario, posible y sería verdaderamente transformador si nos informamos bien y elegimos mejor la siguiente vez, y, en una línea autocrítica, aprendemos de nuestros últimos errores; no votando por gente ligada al hampa. Ahora es cuando, hay condiciones para democráticamente derrotar a la mafia.

Somos más del 80 por ciento de la población los que apostamos por aquellas reformas democráticas, como la política la judicial y otras, que el Congreso -que ahora representa a esas élites gobiernistas minoritarias- nos niega. Somos ese mismo porcentaje de peruanos los que respaldamos a nuestro subsistema de justicia anticorrupción y anhelamos que profundicen y afiancen la lucha contra la corrupción. En igual proporción respaldamos al Presidente Vizcarra en el uso de sus prerrogativas constitucionales de promover el adelanto de elecciones para el 2020 y, de ser necesario, disolver temporalmente el Congreso. Cualquier nueva representación congresal, será mejor que la de hoy. Todo esto que ocurre los tiene frenéticos y furiosos a los corruptos, de dentro y fuera del Estado, porque se sienten sitiados y saben que muchos terminarán en la cárcel.

Suscribo en general, en esa perspectiva, el pronunciamiento de los docentes de Derecho Constitucional de la Pontificia Universidad Católica del Perú, que felicito, y hago propio el llamado de que “el país demanda de gobernabilidad, para continuar con las políticas públicas económicas y sociales, así como, con la reconstrucción moral de nuestra democracia constitucional de cara al Bicentenario”. Soy consciente de que estos retos no son intereses compartidos con la mafia, ya sabemos que se aferran a su miseria, por eso seguiremos en esta lucha mientras haya aliento de vida.

Demuestra que sí piensas, que sí preguntas, que sí interpelas, que reconoces tus errores de elegir mal, que no necesitas de los políticos y que sí (tú) puedes sumar en este proceso de reorientar el rumbo de la historia de nuestro país.

Súmate y lucha por un Perú libre de corrupción…!!!

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