sábado, 1 de diciembre de 2018

Sobre el referéndum del 09 de diciembre

Publicado en:
El Clarín (Cajamarca Perú)

Para Maurice Duverger (Francia 1917 - 2014) el referéndum es uno de los procedimientos utilizados en la democracia semidirecta por el que los ciudadanos pueden intervenir acerca de una decisión tomada o preparada por sus representantes. Éstos, en los países que lo contemplan, son el Congreso o el Gobierno. Ellos preparan un texto sobre el que son llamados a pronunciarse todos los ciudadanos por sufragio universal. Si lo aceptan, el texto se convierte en ley y si lo rechazan, el texto no se aplica.

En Perú, los artículos 31 y 32 de la Constitución Política establecen que el referéndum es un derecho político que tenemos los ciudadanos de participar en asuntos públicos.

En este marco, el 10 de octubre, el presidente Martín Vizcarra, como jefe del Gobierno nacional, en un contexto de crisis de gobernabilidad del país debido a los escándalos de corrupción política empresarial y judicial, convocó a referéndum nacional para someter a consulta de la ciudadanía la aprobación o no aprobación de cuatro (4) leyes de reforma constitucional, aprobadas por el Congreso en octubre bajo “ultimátum” presidencial, frente al riesgo de su disolución y la convocatoria de nuevas elecciones parlamentarias.

Ley de reforma constitucional sobre la conformación y funciones de la Junta Nacional de Justicia (JNJ), antes Consejo Nacional de la Magistratura.

Modifica los artículos 154, 155 y 156 de la Constitución, referidos al CNM.

El artículo 154, regula las funciones de la JNJ, y podrá nombrar, previo concurso público de méritos y evaluación personal, a los jueces y fiscales de los distintos niveles funcionales. También ratificará, con voto público y motivado, a los jueces y fiscales de todos los niveles cada siete (7) años. Igualmente desarrollará "conjuntamente con la Academia de la Magistratura la evaluación parcial del desempeño de los jueces y fiscales de todos los niveles cada tres años y seis meses". El punto 2 del mismo artículo 154 constitucional establece que "Los no ratificados o destituidos no pueden reingresar al Poder Judicial ni al Ministerio Público". "La sanción de destitución a los jueces de la Corte Suprema y fiscales supremos; y, de oficio o a solicitud de la Corte Suprema o de la Junta de Fiscales Supremos, respectivamente, a los jueces y fiscales de todas las instancias", también será competencia de la JNJ. Los otros artículos tienen que ver con los requisitos para ser miembro de la JNJ.

Habría sido beneficioso para el país que los distintos gobiernos democráticos, desde el año 2003, hubiesen empeñado sus mayores y mejores esfuerzos en profundizar la reforma integral a las distintas instituciones que hacen al sistema de justicia que nos planteo y acordamos a través del Acuerdo Nacional por la Justicia (2003) y luego -vía ley (2004)- la Comisión Especial para la Reforma Integral de la Administración de Justicia (CERIAJUS). Fueron los intereses que genera la corrupción los que llevaron a que Toledo, Alan, Ollanta y PPK, en sus respectivos gobiernos, no le den prioridad a esta agenda de Estado; por eso no estoy de acuerdo que estas valiosas iniciativas sean desechadas y sustituidas por medidas mediáticas, cosméticas y coyunturales.

En esa medida, esta reforma constitucional, puede ayudar (y VOTARÉ por el SI) pero enfatizo en que no resuelve los problemas de nuestra justicia que, es de crisis estructural, de todo el sistema judicial y no solo del Poder Judicial y Ministerio Público.

Ley que modifica el artículo 35 de la Constitución Política del Perú para regular el financiamiento de organizaciones políticas.

La Constitución actual, al regular la vigencia de las organizaciones políticas, es genérica y deja al Congreso, vía leyes de desarrollo constitucional, una tarea que nunca cumplió.

En esa medida, el texto sustitutorio de este artículo 35 constitucional, introduce cambios sustantivos en la regulación de su financiamiento, cuando establece que debe contar con fiscalización, control, aportes bancarizados y penalización si se acepta financiamiento ilegal de empresas como Odebrech.

"El financiamiento de las organizaciones puede ser público y privado. Se rige por ley conforme a criterios de transparencia y rendición de cuentas. El financiamiento público promueve la participación y fortalecimiento de las organizaciones políticas bajo criterios de igualdad y proporcionalidad". Añade que, "el financiamiento privado se realiza a través del sistema financiero con las excepciones, topes y restricciones correspondientes. El financiamiento ilegal genera la sanción administrativa, civil y penal respectiva".

En orden a lo expresado, respecto a esta reforma también mi VOTO es por el SI. No obstante, considero que la crisis política y de declive de nuestra institucionalidad democrática no se resuelve con leyes, es un asunto de hombres. Es el ser humano, nuestros políticos y nosotros que los elegimos, los que estamos fallando. No tenemos ciudadanía efectiva, aun somos sólo cifras.

Ley de reforma constitucional que prohíbe la reelección inmediata de parlamentarios de la República.

La actual Constitución en su artículo 90 regula que los integrantes del Congreso “se eligen por un período de cinco años”. La modificación constitucional establece que “los parlamentarios no pueden ser reelegidos para un nuevo periodo, en el mismo cargo”. Entones de ganar el sí, respecto a esta pregunta del referéndum, no habrá reelección inmediata, sino después de un periodo congresal.

En esa línea, destaco y respaldo la renovación de la composición de nuestro Poder Legislativo; considerando que ésta medida contribuirá a la democratización de los partidos políticos, que se verán obligados a abandonar el continuismo de sus “vacas sagradas”, impulsará su evolución interna y la promoción de nuevos “cuadros”.

Se busca, con esta reforma, dinamizar y mejorar la relación de la población con la democracia y la política y ampliar las oportunidades para una participación ciudadana efectiva. Ojalá, este nuevo escenario a futuro, evite que elijamos nuevamente una composición mayoritaria de tiranía como la de los “fuji-montesinistas” y sus aliados “alanistas”; que siguen acechando nuestra precaria democracia. Por estas consideraciones mi VOTO, sobre esta reforma también es por el .

Ley que modifica diversos artículos de la Constitución Política de 1993 para establecer la bicameralidad dentro de la estructura del Congreso de la República.

En nuestro país la bicameralidad (la existencia de una cámara de diputados y una cámara de senadores en el Congreso) estuvo reconocida en la Constitución de 1979 y fueron los “fuji-montesinistas” los que la eliminaron con el autogolpe de estado del 5 de abril de 1992.

Paradígicamente es esta misma organización política y sus aliados “alanistas”, los que promueven su reincorporación constitucional; con el fin de generar opciones para mantener espacios de poder político. Han terminado por "desnaturalizar" la propuesta del Ejecutivo. De 30, que era la propuesta inicial, aumentaron a 50 el número de senadores. También fue retirado de la propuesta inicial que “los congresistas deben declarar sus intereses y patrimonios en forma pública, bajo responsabilidad, conforme a ley.”

La bicameralidad existe en distintos países y ha logrado mejorar la calidad de la producción legislativa del Congreso, al establecer la separación específica de funciones entre los diputados y senadores. Esta no es la visión que tienen la mayoría parlamentaria, por eso mi VOTO será por el NO.


El Perú, que es de todos y todas, está sitiado por organizaciones criminales que, desde sectores antidemocráticos del Congreso el Poder Judicial, el Ministerio Público, la prensa y el empresariado, asechan y conspiran para seguir beneficiándose y afirmándose en el poder. Por eso, respaldar las tres primeras medidas es lo sensato y conveniente para nuestro país.

Cuando la indiferencia resta

Publicado en:
Correo del Sur (Sucre Bolivia)
Los Tiempos (Cochabamba Bolivia)
El Clarín (Cajamarca Perú)
El Poder (Tarapoto Perú)

En varios de nuestros países existen peligros para la gobernabilidad democrática, por acción de gobernantes y políticos con perfiles populistas, autoritarios y ligados a la corrupción y la impunidad. A diferencia de otros tiempos, en los que el acceso a la información era un privilegio, ahora nuestra población conoce más y más y va tomando consciencia de esta situación. No obstante muy pocos lo expresan pública y libremente.
Si bien es cierto que opinar o callar son opciones, desde el plano legal derecho, debemos sopesar si nuestro silencio suma o resta –en tiempos de crisis– a la construcción de institucionalidad democrática y un país, entre otros aspectos, con ciudadanos y no meros números o estadísticas.
En ese sentido, respaldo la tesis que el verdadero poder no lo tienen nuestros gobernantes, sino las personas informadas, aquellas que eligen bien y controlan e interpelan las acciones de gobierno (en sus distintos niveles funcionales); sobre todo cuando éstas derivan de la arbitrariedad, el abuso, los excesos y la ilegalidad.
El poder conferido, cuando elegimos a una autoridad, debe ser controlado. Ese control es una prerrogativa de todos y todas y es un atributo de vivir en democracia. Debe ser realizado de modo permanente y persistente. No controlar a nuestros gobernantes (presidentes de Estado, presidentes regionales o gobernadores y alcaldes) da pie a la degeneración de la política y la destrucción de la democracia. De estas situaciones, que debemos repensar y superar con ejercicio de ciudadanía efectiva, que se expresan a través de diversos medios (prensa, mercado, instrumentalización de sectores en situación de vulnerabilidad, etc.), se alimentan los políticos mediocres y sin identidad de país, las dictaduras (de derecha centro o izquierda) disfrazadas de democracia a través de vías como la corrupción y la impunidad.
Me pregunto, en esa línea de reflexión siguiendo a Ken Follett, si los miembros de esta generación tendremos que lamentarnos no solo por las palabras y los actos odiosos de las malas personas que nos gobiernan, sino por los clamorosos silencios de las buenas. En ese mismo sentido, Martin Luther King, dijo que lo preocupante no es la perversidad de los malvados sino la indiferencia de los buenos.
No callemos, no caigamos en el plano de la indiferencia. Si bien es cierto ésta genera comodidad y, a lo mejor, proyección personal o familiar por sus beneficios, termina petrificando a los seres humanos al mostrarlos como autómatas, egoístas y sin responsabilidad y sensibilidad social, sin amor e identidad con la patria y como peso muerto de la historia.
Resulta comprensible que no todos estemos preparados para librar esta lucha contra el abuso de poder y las distorsiones que exhibe nuestra incipiente democracia. Pero no es aceptable que profesionales, que un día juraron cumplir reglas éticas y morales a favor de la construcción de un mundo mejor, ahora declinen y le den la espalda a una realidad que a todos y todas nos daña y aleja –cada vez más– del objetivo de país, que –penosamente– muchas de nuestras naciones aun no identifican.
Recuerda: ¡Nada es tan bueno para los políticos autoritarios y ligados a la corrupción y la impunidad que tu indiferencia…!

¡Fuera Chávarry!

Publicado en:
El Clarín (Cajamarca Perú)
El Poder (Tarapoto Perú)

¡Fuera Chávarry!, es una frase que sigue creciendo y cada vez adquiere más potencia social. Su mensaje refleja el repudio colectivo a una autoridad impuesta por grupos que se alimentan de la corrupción y la impunidad y traduce la impotencia de cientos de miles de peruanos que, aun creen en la política y la democracia como instrumentos posibles para la convivencia civilizada, sienten que el “sistema imperante” se burla al darles una persona con perfil delictivo como máxima autoridad del Ministerio Público; una institución clave para perseguir, en nombre de la sociedad y el Estado, el delito y servir como una de las bases del estado de Derecho.

Recordemos que el 7 de junio del año que transcurre, Pedro Gonzalo Chávarry Vallejos fue elegido como Fiscal de la Nación por la Junta de Fiscales Supremos (órgano de gobierno de mayor jerarquía del Ministerio Público compuesto por cinco fiscales) para el periodo de julio de 2018 a julio de 2021; sucediendo en el cargo a Pablo Sánchez Velarde. Lo eligieron los fiscales Tomás Gálvez y Víctor Rodríguez. Chávarry votó a su favor.

Desde entonces, e incluso antes, las acciones y omisiones funcionales de esta autoridad, han contribuido a profundizar la crisis en el sistema de justicia que ha impactado -dramáticamente- en la gobernabilidad del país, generando una coyuntura sin precedentes debido al abuso de poder del sector antidemocrático del Legislativo que lo protege con uñas y dientes. 

Sus diversos vínculos con el crimen organizado a nivel político, empresarial y ciertos jueces corruptos de las cortes de Lima, el Callao y de otras provincias estratégicas -económicamente- de nuestro país, no han sido todos judicializados ni esclarecidos, fundamentalmente, por esa protección que recibe de la alianza política “fujimontesinista” – “alanista” y también desde el sector nostálgico de la prensa que sirvió (vendiéndose) a la dictadura de Alberto Fujimori y Vladimiro Montesinos y sus aliados en las fuerzas armadas y el mundo empresarial. 

Esta protección fiscal de Chávarry, queda claro, sería a cambio de impunidad respecto a las imputaciones que pesan sobre la señora Keiko Sofía Fujimori Iguchi, el señor Alan García Pérez y otros políticos de mando medio, ligados a ellos, que en su momento hicieron gobierno como la señora Mercedes Rosalba Aráoz Fernández. No perdamos de vista además que el informe final en mayoría de la Comisión “Lava Jato”, presidida por otra congresista fujimorista Rosa Bartra Barriga (representante por La Libertad), encargada de investigar los presuntos sobornos pagados por la empresa Odebrecht a estos funcionarios peruanos, dictaminó el pasado 10 de noviembre excluir a García y Fujimori con el voto de 59 parlamentarios (fujimoristas y apristas y de la oficialista Aráoz Fernández) a favor.

Son tres las denuncias constitucionales contra Pedro Chávarry que siguen pendientes de debate, desde hace meses, en la Subcomisión de Acusaciones Constitucionales del Congreso, que preside el representante de Ica también del partido fujimorista, César Antonio Segura Izquierdo. La primera es la denuncia Nro 239, presentada el 21 de agosto por el congresista Gino Costa por la presunta infracción constitucional a los artículos 3, 39, 44 y 158 de la Carta Política (incluye los audios con su “hermanito” ahora detenido ex juez supremo César Hinostroza). La segunda denuncia es la Nro 248, de la legisladora de Alianza para el Progreso Gloria Montenegro por la presunta infracción al artículo 158 de la Constitución y la presunta comisión del delito de organización criminal; que fue presentada el 4 de setiembre y contiene el informe de la fiscal Sandra Castro que lo señala como posible miembro de la organización criminal “los cuellos blancos del puerto”. Una tercera denuncia es la Nro 262, promovida el 1 de octubre pasado por Amado Enco, procurador anticorrupción y responsable del proceso de extradición de España del capturado César Hinostroza, por los presuntos delitos de tráfico de influencias, patrocinio ilegal y organización criminal. 

Tampoco han sido esclarecidos los vínculos de Chávarry con el congresista fujimorista por Lambayeque Héctor Virgilio Becerril Rodríguez, por el caso de los audios del Consejo Nacional de la Magistratura. 

Impunidad total, que le permite al fiscal Pedro Gonzalo Chávarry Vallejos, amenazar a cuanta autoridad judicial, fiscal o política que constituya un riesgo para él y sus aliados políticos, cuyos operadores conspiran y ejecutan al amparo de las inmunidades que ofrece ser parte de nuestro Congreso. Hasta ahora no ha dudado en amenazar y confrontar con el presidente Martín Vizcarra y su primer ministro, a la prensa independiente y al equipo especial de fiscales anticorrupción. Mención especial merece el acoso y amedrentamiento que intentan, él y sus aliados políticos y su prensa nostálgica, generar en el fiscal Domingo Pérez, el juez Richard Concepción y otros operadores y administradores de justicia democráticos e independientes.

A estas alturas nada de lo que digan los integrantes de esta organización criminal, resulta creíble. Sí es conveniente y necesario que Chávarry se vaya. Porque jamás podrá ser juez y parte, por el conflicto de intereses que tiene en esta trama delictiva.

¿ACASO PODRÍA EL FISCAL CHAVARRY INVESTIGARSE A SI MISMO?